El barrio de San Telmo, es considerado la cuna del arrabal, el rincón de payadores y de innumerables casa de antigüedades y del mismo tango argentino. Es un barrio donde su historia; la tragedia; el humor y la nostalgia se encuentran dentro de cada uno de sus rincones. El mismo sirvió de inspiración a numeroso artistas y hoy en día sus restaurantes, plazas y negocios representan uno de los lugares más concurridos de la capital.
Hablar del Viejo Almacen, es hablar de San Telmo, de su historia de anécdotas de su poesía y sus viejos galpones y amplias construcciones, con el secreto del reciclaje, están transformando a esta parte de la capital, en uno de los lugares más tradiciones y lujosos de la ciudad.
Si se camina por sus calles de San Telmo, se verán no grandes monumentos, sino antiguas casas con tradicionales patios y pequeños locales pletóricos de objetos con recuerdos e historia. La Plaza Dorrego y el Mercado de San Telmo, ya ambos centenarios, son únicos en Argentina y día a día se convierten en el lugar de encuentros no solo de turistas sino de gran cantidad de porteños que la visitan.
Durante muchos años este barrio tuvo sus propias autoridades, como ser, el Presidente de la República de San Telmo, que le daba al lugar una seriedad y encanto muy especial.
La feria de San Telmo es la más popular. Se realiza en la Plaza Dorrego, la más antigua de la ciudad, luego de la Plaza de Mayo. Las casas que la rodean, muchas transformadas en elegantes comercios de antigüedades, también se distribuyen a lo largo de la calle Defensa.